Mi niñ@ muerde
Es frecuente que, en el desarrollo de su personalidad, los niños/as atraviesen varias etapas que, en ocasiones, pueden resultar más incómodas y conflictivas tanto para padres como para compañeros. Éste es el caso de los niños/as que se expresan mediante los mordiscos a otros amigos/as o adultos.
Nosotros como padres, hemos de tener paciencia con este comportamiento, puesto que se trata de algo pasajero que podemos corregir si actuamos correctamente. A continuación os mostramos algunos consejos que os serán muy útiles:
- De nada sirve recurrir a gritos o palmaditas en la boca, pues acentúa la agresividad.
- Debemos presentar una actitud firme y seria: Eso no se hace, no puedes morder a tus amigos, les haces daño. Dale un besito para que se l e pase. Se dan besitos
- No podemos decirle que “Es malo”, puesto que “ser malo” forma parte de la personalidad, y nosotros estamos criticando un hábito pasajero.
- Darle otras alternativas, “por qué no compartes el juguete en lugar de morder, si te pega avísame, no hace falta hacer daño”…
- Acentuar el comportamiento positivo. Es mucho más efectivo premiar al niño/a cuando lo hace bien “¡Estupendo! Te molestaba y te has ido a otro sitio a jugar” ”¡Muy bien! Este niño/a no te deja y me has llamado”
Por último, también nos gustaría hablar de cómo nos sentimos cuando es a nuestro peque al que muerden. Sabemos que es algo incómodo, puesto que cada padre siente lo que le pueda suceder a su hijo/a, pero también hemos de intentar tener una actitud comprensiva aunque nos cueste, puesto que son muchas horas las que pasan juntos y es frecuente que surjan disputas entre ellos. Pero no os preocupéis, las educadoras trabajamos día a día para corregir estas conductas e intentar que vuestros hijos/as aprendan, poco a poco, a resolver los conflictos de manera amistosa.
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